Latte y Capuccino, la leche como joya de la corona
Empecemos por lo fácil. El café latte y el café capuccino tienen cosas en común, más de las que crees.
- Ambas bebidas tienen el café espresso como base y se combinan con leche. La proporción de café es idéntica en ambas. 1/4 de la taza será espresso y el resto leche.
- Ambos cafés se sirven en taza de entre 150 y 200 ml. No es habitual servir un latte ni un capuccino en una taza de café solo (60 ml)
Son bebidas que ya están extendidas en España y suelen pedirse de forma habitual en cualquier cafetería, especialmente en las grandes ciudades.
Sin embargo, ambas bebidas tienen también características propias y únicas. Atento, que aquí vienen.
El capuccino y la espuma de la leche
El capuccino es una bebida italiana que destaca por el uso de la leche, ya que 2/3 del contenido de la taza tienen su origen en este líquido. Es la correcta vaporización y espumación de la leche lo que dota al capuccino de una textura cremosa que lo diferencia de otras variantes. Además, por su presentación, el capuccino tiene una corona de espuma muy reconocible que toma su nombre de los monjes capuchinos.
El capuccino se servirá, como máximo, a 70ºC, por lo que hablamos de una preparación tibia. Gracias a ello puede ser saboreada de inmediato y la correcta mezcla del espresso con la leche da lugar a un café que no necesita azúcar añadido para ser disfrutado.
La clave del éxito de un capuccino está en la proporción de espuma de la leche. Si dividimos imaginariamente la taza en 4 secciones, la espuma de la leche ocupará el ½ superior, la leche vaporizada ocupará ¼ y el espresso ocupará su lugar en el ¼ inferior.
Para vaporizar la leche puedes consultar nuestra guía rápida y si lo que quieres es espumarla para añadir la marca final al capuccino, permanece muy atento, muy pronto te contaremos como hacerlo ?
El Latte, el café con leche convertido en arte
El latte, por su parte, es una bebida que ha llegado a nosotros desde el otro lado del charco y ha sido rápidamente aceptada en toda Europa, también por los italianos.
En nuestra taza imaginaria de 4 secciones, 1/4 se corresponde con un espresso, ½ con leche vaporizada y la espuma de leche no es el núcleo de un latte. La espuma de leche se sitúa en el ¼ superior de la taza y será casi un detalle ornamental.
Esta distribución permite emplear el latte como lienzo a la hora de expresar el arte del barista en forma de rosas, corazones u otras creaciones. Para muchos el arte del latte debería ser reconocido como una disciplina artística propiamente dicha, pero eso aún está por llegar.
En resumen, el latte y el capuccino se diferencian en…
- La cantidad de leche. Aunque la leche ocupe ¾ de nuestra taza imaginaria en ambas bebidas, el capuccino lleva menos cantidad de este líquido ya que la leche espumada ocupa el doble de volumen que la leche vaporizada. Por lo tanto, empleamos menos leche en el capuccino que en el latte.
- El orden en que aplicamos la leche a cada variedad de café.
- El capuccino sigue el siguiente orden, desde el fondo de la taza: espresso (1/4), leche vaporizada (1/4), espuma de leche (1/2)
- El latte se prepara tal que, desde el fondo de la taza Espresso (1/4), leche vaporizada (1/2), espuma de leche (1/4)
- El café latte se emplea de forma habitual para demostrar el pulso del barista y su habilidad con el latte art.
- Sus orígenes son muy distintos. El del capuccino aún hoy es controvertido, ya que tanto Italia como Austria desean anotarse el tanto. Sin embargo, la orden franciscana de los monjes Capuchinos tiene mucho que ver en ello. Por su parte, el café latte es de origen estadounidense.